/* link href='https://www.tebeosfera.com/BALUN.ico' rel='shortcut icon' type='image/x-icon' */ Asociación Cultural Tebeosfera: LA MUJER QUE VIGILA LOS VERMEER

jueves, 2 de mayo de 2013

LA MUJER QUE VIGILA LOS VERMEER


José María Conget, escritor, profesor y gestor cultural, es un apasionado del cine y los tebeos, como podemos comprobar a poco que repasamos su bibliografía al reparar en títulos como El olor de los tebeos (de 2004) o Espectros, parpadeos y shazam! (de 2010). También es socio y colaborador de la Asociación Cultural Tebeosfera, de hecho él ha sido uno de los que han prologado el Gran Catálogo de la Historieta, publicado por ACyT ediciones y presentado el pasado mes de abril en el Salón del Cómic de Barcelona.

Conget nos ofrece ahora, publicado por la editorial Pre-Textos en la colección Narrativa Contemporánea, un fascinante libro de relatos titulado LA MUJER QUE VIGILA LOS VERMEER. Los editores del libro anuncian en la contraportada que los once relatos tratan de temas variados, como el deseo de ser otro, las conspiraciones políticas, las sensaciones que provocaban las salas de cine y hasta un breve homenaje al Capitán Trueno, entre otros asuntos.

En realidad, este libro es mucho más que eso. Ese corto relato en el que se menciona al personaje de Mora y Ambrós es más un reclamo de los minúsculos triunfos de la infancia, donde cada reto era inmediato, que un homenaje a los héroes del tebeo. Conget cita a otros personajes de historieta y otros tebeos en este libro, pero lo más relevante de este conjunto de relatos es que están escritos con una literatura inflamada de vida, que captura el pensamiento y la formulación inmediata del lenguaje, con gran dominio de la transcripción conversacional y del monólogo, y que supone un verdadero magisterio de las comas. Es, antes que un rosario de nostalgias (a lo que invita a pensar su portada, construida con recortes de la cultura popular), un acerado y acertado viaje por la derrota del hombre solo, del urbanita hastiado y del que desespera tras el desamor. Pero en Conget la amargura está dibujada con un esbozo alegre; en estas geniales composiciones literarias burbujea constantemente la alusión al niño, a un recuerdo grato o a aquel instante feliz, con lo que se concibe un puzzle de emociones firmemente vitalistas. Leer a Conget es vivir y querer vivir.

El primer capítulo del libro se halla disponible de forma gratuita, en formato PDF, desde el siguiente enlace con:
 

ACyT. Socios que cuentan y con los que contar.

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